Recuerdos de Barcelona
Inicio la lectura de este a la vez esperado y temido (por el bajón que aprecié en su previo y bastante reciente “Pasando a limpio”) libro de Oscar Tusquets. Me sorprendo muy favorablemente por la seriedad, ajena por completo a todo sarcasmo, de su primer capítulo, que le sirve de introducción, “En el frente del Somme” y, a continuación, tras reírme compartiendo las paradojas e incoherencias que señala haber producido la pandemia, su tercer capítulo tiene un párrafo que, una vez leído, me produce un cierto escalofrío:
“Me acuerdo de las calles de Barcelona de forma que quizás sólo Joan de Sagarra o Lluís Permanyer pueden compartir: la locomotora de vapor echando humo por la trinchera abierta en el centro de la calle Aragón, el bello apeadero del paseo de Gracia, el taxista cargando carbón vegetal en su gasógeno; el sereno y el vigilante con sus golpes de chuzo haciendo tintinear (él utiliza tintinar) el manojo de llaves a nuestra llamada (…), el repartidor de hielo en carro tirado por un caballo, cargando las pesadísimas barras sobre un saco doblado al hombro (…); el basurero con el mismo recurso motriz; el farolero prendiendo farolas de gas con su larga pértiga…”
He conversado, de Barcelona y de otros temas, con Joan de Sagarra y Lluís Permanyer, pero es que, teniéndome como me tenía por más joven que Óscar Tusquets, resulta que recuerdo haber visto todas y cada una de esas cosas tan características del pasado de la ciudad que señala. Edades…
Comentarios
Publicar un comentario