París / Enric Granados
No es que me parezca un edificio extraordinario, pero a alguien sí, porque a tenor de la estructura metálica que le están colocando, vuelven a hacer eso de mantener la fachada y reventar todo su volumen interior.
Parece tener la estructura, bien modesta, de una “casa barata” -bueno: muchas- a la que se le han ido añadiendo alturas. Dadas sus cuatro plantas, debe corresponder a una de las primeras edificaciones de esta zona de l’Eixample.
En alguno de sus momentos fue un cruce muy activo. Recuerdo que un amigo decía de otro que “Siempre queda delante del Flora y Fauna...” (una de las tiendas que había ocupado algún local del chaflán. Por su fachada de la calle Paris, enfrente del Hotel Astoria, alcanzó un cierto nombre sobre todo un restaurante, “El petit Paris”.
Desde hace unos años habían ido desalojando a todos sus vecinos y el edificio se veía cada vez más deteriorado. Recientemente había ya sólo un piso con plantas en su balcón, y nada más se veían activos sus locales. Miento: algo había por ahí dentro. No sé si sería un centro de la mafia rumana o vete a saber qué. Cada vez que pasábamos por ahí, si veíamos la puerta abierta, procurábamos echar un vistazo a un lóbrego interior, destrozado y sucio, donde se reunían misteriosos personajes, como de de película de acción. También se veía ahí a veces un perro lobo, junto a una persona bastante malcarada que asomaba de tanto en tanto por una puerta, como si hiciera de vigilante... ¿Levará pistola? -preguntaba en voz baja, mientras acelerábamos el paso.
A ver qué saldrá ahora.
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