Juanita, ahora ocupada por Nollegiu. El del patinete esperaba que fuera una dulce criatura, pero no se puede pedir todo para la foto.
Mi corresponsal en el Poblenou, que para ofrecer informaciones del lugar fidedignas tuvo la decencia de hasta nacer en barrio, cuando lucía un nuevo modelito fardaba de habérselo mercado en la Juanita. También hablaba del mérito de la nueva librería local, Nollegiu ("No leer", pero todo junto, en catalán). Ahora no dispone de la Juanita para sus compras en la zona más comercial del Poblenou (y sí de las franquicias y banalización que acompaña a las hordas turísticas que suben
desde la playa por la Rambla), pero gracias a un acuerdo entre buenos vecinos, sí de una Nollegiu con espacio triplicado.
Los dueños de la Juanita por suerte prefirieron un ocupante sano de su antigua boutique de modas a uno más rentable pero destructor, y Nollegiu se trasladó al edificio de la Juanita (gracias a una cadena humana que salió por todos los diarios), manteniendo los elementos más significativos de la antigua tienda, como los probadores.
La planta baja.
Vista de la planta baja -que también puede servir para tomar algo- desde la escalera.
La primera planta, donde además de tener una muy extensa sección de poesía hacen mesas redondas, presentaciones de libros, etc. Al final, unos de los probadores de la Juanita.
Curioseando uno de los probadores.
Primera planta.